Giro en la Fiscalía: rechaza el informe policial y no ve delito en los homenajes al etarra Parot
La influencia de la ex ministra socialista y actual fiscal general del Estado, Dolores Delgado, en los asuntos judiciales es cada vez mayor. Hasta el momento el Ministerio Público se había mostrado firme en las causas sobre la banda terrorista ETA, pero las presiones de EH Bildu al Gobierno de Pedro Sánchez están dando su fruto. De hecho, la fiscal general ya trabaja en retirar al fiscal jefe de la Audiencia Nacional que se opone a los beneficios penitenciarios concedidos por Interior a los etarras. Y no sólo eso. La última decisión de la Fiscalía ha sido oponerse a investigar el acto de apoyo al mayor asesino de ETA, Henri Parot, así como a otros dos terroristas, celebrado la pasada Nochevieja en Mondragón.
Fuentes consultadas por OKDIARIO aseguran que el Ministerio Público ha remitido un escrito en el que subraya que no aprecia indicios de delito en el homenaje, en contra del criterio del informe policial incorporado a la causa. Las mismas fuentes manifiestan que, «con toda probabilidad, el juez José Luis Calama no se opondrá a la solicitud de archivo del Ministerio Público».
El citado informe policial lo elaboró la Brigada de Información de la Policía Nacional en Guipúzcoa, que remitió un dosier a la Audiencia Nacional para determinar un presunto delito de enaltecimiento al terrorismo ocurrido durante la marcha para apoyar al etarra Henri Parot, responsable de 39 asesinatos (vinculado a 82 en total) por los que ha cumplido 31 años de prisión. Ni siquiera un año por cada persona asesinada. El documento, adelantado por OKDIARIO, señalaba que los asistentes vitorearon a los pistoleros de ETA y reclamaron su salida de la cárcel. Un hecho que contrastaba con la promesa anunciada por Sare (la plataforma de presos que cuenta con el apoyo explícito de EH Bildu), organizadora del acto, que unos días antes aseguró que no se apoyaría a presos o prófugos etarras con el fin de que el magistrado José Luis Calama no prohibiese la marcha.
En el documento, los agentes describían lo ocurrido en los días previos a la convocatoria, la actividad de los implicados en redes sociales, sus mensajes de apoyo a la causa y el respaldo político que recibió la marcha por parte de Sortu, el partido integrado en EH Bildu del que fue secretario general Arnaldo Otegi, socio de Sánchez. Un relato pormenorizado a cargo de los agentes de paisano que discretamente acompañaron a la marcha y tomaron buena nota de lo ocurrido.
El acto comenzó a las seis de la tarde del 31 de diciembre en Mondragón. Asistieron unas 160 personas. Un varón sobre el escenario dio el pistoletazo de salida con un discurso en euskera. Recorrieron varias calles de la ciudad con vítores de «Unai, Peixoto y Arbe, a casa», en alusión a los terroristas Parot; al dirigente de ETA José Manuel Pagoaga Gallástegui alias Peixoto; y Eugenio Barrutiabengoa alias Arbe, prófugo de la justicia en Venezuela.
Vítores a Parot
«Una vez reunidos todos en la plaza, una portavoz de Sare de Arrasate-Mondragón realizó un pequeño comunicado en euskera en el que reclamó la eliminación de la «política penitenciaría de excepción» a los «presos y presas vascas». “De nuevo, Unai (Parot), Peixoto y Arbe fueron recordados en los instantes finales de la manifestación mientras los convocados se emplazaban para volver a concentrarse en el mismo lugar el próximo 8 de enero», subrayaba el informe de la Policía.
La plataforma organizadora del acto, Sare, incumplió su compromiso de «rendir homenajes» a los etarras anunciado tras la denuncia de asociación de víctima del terrorismo Dignidad y Justicia. El pasado 28 de diciembre, tres días antes de la celebración de la marcha, la plataforma Sare de Mondragón retiró los nombres de los presos de ETA y prófugos de la justicia que aparecían en el cartel de la convocatoria. Los responsables aseguraron que estaban «realmente arrepentidos por la confusión y el dolor que pudieron haber causado». Y añadió que «seguirán trabajando por el fin de la legislación excepcional a favor de la convivencia y la paz». Sin embargo, una vez autorizada la marcha «olvidaron» su promesa y vitorearon a los etarras.